Puede parecer que nuestros gatos son muy independientes y que solo necesitan un poco de comida y de agua para vivir en casa. Sin embargo, todos los animales necesitan estimulación y los gatos no son una excepción. 

¿Has escuchado alguna vez hablar sobre enriquecimiento ambiental?

Se trata de mejorar el hábitat del animal, generando diferentes espacios donde pueda interaccionar (comer, descansar, alimentarse, jugar…) de forma que se sienta estimulado y seguro. 

Antes de comenzar con el enriquecimiento, conviene echar un vistazo a la vida cotidiana de nuestro felino. Recuerda que los gatos deben tener unas condiciones concretas como te contamos hace algunos post. Una vez nos hemos asegurado de que nuestro pequeño peludo tiene cuestiones básicas como su propio arenero o agua limpia siempre disponible, podemos pensar en mejorar su ambiente.

Cuando hablamos de enriquecer buscamos, como decíamos, mejorar el bienestar físico y psicológico de nuestro gato. Para llevarlo a cabo, podemos usar varias estrategias: 

• Juguetes: podemos incorporar en sus espacios diferentes tipos de juguetes que estimulen su instinto de caza. Podemos añadir una pelota, algún elemento conectado a un hilo o una caña, o algún juguete que pueda estar suspendido o colgando.
• Alimentación: los gatos que viven libres tienen que cazar su propia comida, y eso los mantiene activos. A los gatos caseros podemos ayudarlos a desarrollar esa actividad a través de la comida. Podemos poner pequeñas porciones a diferentes alturas, incluirla en recipientes que tengan que mover para que salgan.
• Espacio físico: es importante delimitar los diferentes espacios de forma que haya un lugar para el descanso, otro para la comida, otro para los juegos y otro para el aseo. No tienen que ser grandes espacios y tampoco tienen que ser en horizontal. Recuerda que a los felinos les encanta la altura y disfrutará muchísimo si añades esa distribución en diferentes alturas.
• Enriquecimiento sensorial: si tienes uno ya habrás comprobado que son muy curiosos así que para enriquecerlos siempre viene bien que tengan acceso a estímulos visuales como ventanas o terrazas. También se pueden incorporar estímulos olfatorios como hierba gatera o feromonas que se pueden conseguir de forma sencilla en los comercios especializados.
• Incorporar un compañero/a de juegos: en este caso debemos hacerlo con cuidado, progresivamente y evitando que nuestro primer gatito sienta invadido su espacio. Podemos presentarlo poco a poco y dejar que interaccionen a su ritmo. Los gatos que comparten casa (como los humanos) no tienen por qué llevarse bien, así que debemos entender que puede no funcionar.

Todas estas recomendaciones pueden hacerle la vida más fácil y feliz a tu mascota felina pero no hay nada que vaya a ayudarlos más que que los trates, cuides y mimes con todo el amor que se merecen.