Hoy os queremos presentar el caso de Misi, una preciosa gatita de 10 años que lleva al menos 2 años con picor facial severo, llegando a autolesionarse y ocasionarse heridas y pequeñas úlceras en el área de la frente.
Su tutora acudió a nosotras para solicitar una segunda opinión, para poder diagnosticar y tratarla forma más efectiva posible. Misi es una gata un poco nerviosa pero con un simple bozal felino se calma y tolera mucho mejor el manejo en casa sin necesidad de sedación como le ocurría en otros centros veterinarios convencionales
Trabajando desde su ambiente y con un manejo cat-friendly muchas veces conseguimos mejores experiencias tanto para el animal como para el tutor.Tras ejecutar la cascada diagnóstica, hemos llegado a la conclusión de que Misi presenta una dermatitis miliar felina, de base alérgica. Sabiendo esto y habiendo descartado alergias alimentarias. Comenzamos con el tratamiento oral. Tras 1 mes de tratamiento Misi ya no presentaba ninguna lesión dérmica y el pelo comenzó a salirle de nuevo. Ahora sólo queda monitorizar de manera preventiva cada 6 meses como cualquier paciente con medicación crónica, confirmando así que puede continuar administrando la medicación de forma segura para Misi. Como conclusión queremos remarcar la importancia de llegar a un diagnóstico definitivo para poder un tratamiento eficaz y seguro para nuestras mascotas.