10 preguntas más comunes que nos hacen nuestros clientes en consulta

Si hay algo recurrente en nuestras consultas de odontología equina, es la cara de sorpresa de los propietarios al colocar el abrebocas y la luz para la exploración física de la cavidad oral. Expresiones como “¡no me la imaginaba tan profunda!”, “¡cuántos dientes y qué grandes” o “aquí tiene un hueco, ¿eso es normal?” son muy comunes en nuestra práctica clínica.

Por eso, queremos responder a las 10 preguntas más comunes que nos hacen nuestros clientes en consulta.

1. ¿Cuántos dientes tiene un caballo?

Como máximo un caballo tendrá 44 piezas dentarias. Los dientes se dividen en incisivos, caninos, premolares y molares, y pueden faltar algunos dependiendo de varios factores.

Cada tipo de diente cumple una función determinada y están presentes en un número:

    • Incisivos: aprehensión y corte del alimento. Un caballo sano contará con 6 incisivos maxilares (superiores) y 6 incisivos mandibulares (inferiores).
    • Caninos: se conocen vulgarmente como colmillos, y serían utilizados a modo de defensa. No todos los animales los presentan, pero en caso de ser así encontraríamos 2 maxilares y 2 inferiores, uno a cada lado.
    • Premolares: encargados junto con los molares de la masticación y triturado del alimento antes de pasar de la cavidad oral al esófago en forma de bolo alimenticio. Generalmente cuentan con 8 maxilares y 8 mandibulares, 4 a cada lado. Morfológicamente, el primer premolar es bastante llamativo en comparación con el resto por su tamaño. Es considerablemente más pequeño y en algunos animales no está presente. Son los que conocemos como “dientes de lobo”. 
    • Molares: encargados junto con los premolares de la masticación y triturado del alimento antes de pasar de la cavidad oral al esófago en forma de bolo alimenticio. Cuentan con 6 piezas maxilares y 6 mandibulares, 3 a cada lado.

Entre los incisivos y los premolares (teniendo en cuenta que los caninos pueden estar o no presentes en medio), existe una amplia separación en la que la encía está expuesta. Esta zona se llama diastema y será el lugar en el que asentamos el filete cuando vamos a montar con rienda.

Seguro que viendo el informe veterinario les sorprende que a veces el profesional se refiera a piezas dentarias en forma de números, y muchas veces no entendemos a qué se refiere. Tal y como se muestra en la infografía, la nomenclatura por números se realiza de la siguiente manera:

    • Empezando por 1, dientes de maxilar derecho.
    • Empezando por 2, dientes en maxilar izquierdo.
    • Empezando por 3, dientes en mandíbula izquierda.
    • Empezando por 4, dientes en mandíbula derecha.

Y se van numerando de forma consecutiva desde la parte más rostral y central, de tal manera que por ejemplo:

          • 101, 102 y 103 son los tres incisivos superiores del lado derecho.
          • 104 es el canino superior derecho.
          • 105, 106, 107 y 108 son los cuatro premolares superiores derechos.
          • 109, 110 y 111 son los tres molares superiores derechos.

En el caso de que una pieza no esté presente, como por ejemplo el diente de lobo, nos saltaremos ese número pero sin dar su numeración al diente siguiente, de tal manera que quedará claro que ese diente no está presente.

2. ¿Los potros tienen dientes de leche que se les caen?

Los caballos, al igual que la especie humana, cuentan con dientes de leche que en distintas etapas de crecimiento y según el desarrollo y los cuidados, irán desprendiéndose dando paso a la dentición permanente.

Los dientes de leche serán los incisivos y los premolares, salvo los dientes de lobo que erupcionan una única vez sin ser sustituidos, en el caso de que lo hagan. El resto de piezas, una vez salen, son las definitivas.

A la edad de aproximadamente 5 años el caballo debe haber cambiado todas las piezas de leche y haberse quedado con la dentición permanente.

3. ¿Cómo mastican los caballos?

Al contrario que otras especies domésticas como los perros, que su masticación se parece mucho a la de los humanos, para masticar la comida los caballos utilizan únicamente los premolares y molares. La mandíbula articula con el cráneo por la articulación temporomandibular, la cual permite que la mandíbula realice movimientos circulares, rotando de lado a lado.

El proceso de masticación se divide en tres fases:

    1. Movimiento caudo-rostral de la mandíbula mientras abre la boca.
    2. Cierre de la boca
    3. Movimiento latero-lateral de la mandíbula. Es en este movimiento latero-lateral cuando tienen contacto los premolares y molares, y por tanto se tritura el alimento.

4. ¿Por qué hay que limarle los dientes todos los años?

Es importante saber que los dientes de los caballos, una vez presentan la dentición permanente, están creciendo durante toda su vida. Por eso el tipo de alimentación es fundamental para asegurar un correcto desgaste. De lo contrario, se formarán picos de esmalte en las superficies de los dientes que provocarán una dificultad o incluso imposibilidad de realizar el correcto proceso de masticación.

Estos picos provocarán “tropiezos” durante la masticación que pueden desencadenar la caída de la comida de la boca mientras come, heridas en la mucosa oral y/o lingual, hipertrofia de la musculatura masticatoria, dolor en la articulación temporomandibular, mala oclusión de la mandíbula… Y todo esto en definitiva repercutirá en la nutrición y el estado físico de nuestro caballo.

 

5. ¿Es estrictamente necesario poner el abrebocas para hacerle la boca?

La única forma de poder explorar la cavidad oral en su totalidad y valorar el estado de los premolares y molares de nuestro paciente, tanto de forma visual tanto mediante la palpación o utilizando material odontológico, pasa por el uso de un abrebocas.

El abrebocas es una estructura generalmente metálica que colocaremos a modo de cabezada al caballo de tal manera que cuando procedamos a su apertura, bloqueará mediante un sistema mecánico la posibilidad de cierre de la mandíbula.

De esta forma, el profesional veterinario puede colocar una linterna, para evaluar visualmente y palpar de forma segura pieza por pieza así como la mucosa oral, la lengua, el paladar y todas las estructuras que componen la cavidad oral.

Muchos caballos se dejan colocar el abrebocas, revisar y realizar el limado sin necesidad de utilizar sedación. Siempre es recomendable habituar a nuestros caballos a este tipo de procedimientos para que la intervención veterinaria sea mucho más amable y se pueda además evitar el uso de fármacos sedantes.

6. ¿Un caballo puede comer sin incisivos?

Absolutamente sí.

Como hemos visto en la primera pregunta, los incisivos cumplen la función de aprehensión y corte del alimento, la cual puede ser fácilmente realizada por los labios.

En casos de enfermedad periodontal grave que requieren de la extracción de todos los incisivos, en cuestión de horas el caballo está totalmente acostumbrado a coger la comida con los labios, ayudándose con la lengua a dirigir la comida hacia premolares y molares para su masticación.

7. ¿Los caballos tienen muelas del juicio?

Las conocidas muelas del juicio en humanos son las correspondientes al último molar en nuestra especie, que como saben en algunos individuos están presentes y en otros no. Y además, el proceso de erupción puede ser muy prolongado en el tiempo apareciendo pequeños brotes.

En el caso de los caballos podríamos decir que el equivalente a las muelas del juicio son los dientes de lobo, es decir, los primeros premolares.

Pueden estar o no presentes, y presentan un proceso de erupción lento. En general se recomienda su extracción preventiva ya que son de pequeño tamaño, no aportan al proceso de masticación y en el futuro pueden generar problemas.

8. ¿Qué pasa si me encuentro un diente en el suelo limpiando la cuadra de mi caballo?

Inmediatamente debes contactar con tu veterinario para que realice una exploración odontológica a tu caballo. Puedes enviarle fotos de la pieza para que pueda hacerse una idea de qué tipo de diente se trata, y sobre todo para valorar si el diente se ha partido o se ha caído con sus raíces comopletas. Y por supuesto, consérvalo para enseñárselo en la consulta veterinaria.

9. ¿Los caballos tienen sarro? ¿Tendría que lavarle los dientes?

El sarro es la placa bacteriana endurecida por el contacto con los minerales de la saliva, que solidifica sobre las piezas dentarias. Se puede acumular en los bordes de la encía como por debajo, provocando irritación de la mucosa molestia en general.

Durante la revisión odontológica, el profesional veterinario extraerá con material específico dichos acúmulos, pero podemos ayudar a prevenir desde el cuidado diario por supuesto mediante la limpieza habitual.

Consulta con tu veterinario de confianza para que te recomiende el mejor producto para el cuidado orobucal de tu caballo.

10. ¿Qué consecuencias puede tener no cuidar la boca de mi caballo?

Un mal cuidado de la boca del caballo puede desencadenar en importantes patologías. Los signos clínicos que podemos identificar son:

  • Pérdida de peso.
  • Caída de comida.
  • Movimientos antinaturales de la mandíbula durante la masticación.
  • Presencia de comida sin digerir en las heces.
  • Hipersalivación.
  • Cólico.
  • Enfermedad periodontal.
  • Incomodidad e incluso agresividad a la hora de trabajar por no dejarse colocar el filete.
  • Dolor cervical.

¿Cuándo fue la última vez que hiciste revisión odontológica a tu caballo? ¿Sufre algún tipo de enfermedad consecuencia de un mal cuidado en el pasado? ¡Te leemos en comentarios!

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