Qué es la parvovirosis

La parvovirosis canina es una enfermedad infecciosa de tipo vírico que afecta a los perros. Se trata de una enfermedad muy grave llegando a ser en la mayoría de los casos letal, provocada por el parvovirus canino (CPV).

Generalmente afecta a cachorros de alrededor de las 4-6 semanas de edad, aunque cada vez hay más evidencias científicas de que afecta a perros adultos aparentemente sanos.

Es un virus MUY contagioso, y en el caso de adquirir la enfermedad, el tiempo de incubación es muy corto (entre 5 días y una semana podemos empezar a ver síntomas). El contagio se produce por contacto oronasal directo de un perro infectado con otro, a través del contacto con las heces de un perro infectado, o también durante la gestación la madre puede transmitirlo a sus cachorros. Es precisamente el contacto con las heces el que más peligroso puede parecer, porque si nuestros perros salen a pasear a zonas donde han estado previamente otros perros infectados, pueden contagiarse en ese momento.

Cuando nuestro perro se contagia, el virus empieza a afectar sobre todo el aparato digestivo, provocando importantes diarreas y una severa gastroenteritis. Pero también puede afectar al corazón, la médula ósea, el hígado o el sistema respiratorio.

Los síntomas son muy reconocibles:

  • Diarrea (generalmente hemorrágica)
  • Vómitos
  • Fiebre
  • Hiporexia o pérdida de apetito
  • Apatía
  • Pérdida aguda de peso
  • Severo dolor abdominal
  • Shock séptico
  • Ictericia (mucosas amarillentas)
  • Deshidratación
  • Muerte

En el caso de perros adultos es más difícil que se presenten todos estos síntomas simultáneamente, y por tanto es mucho más complicado hacer un diagnóstico temprano.

El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante la detección del parvovirus en las heces del paciente, análisis que nuestro servicio puede hacer desde la comodidad de casa, teniendo los resultados en menos de 15 minutos. Además, se recomienda hacer analíticas sanguíneas generales (bioquímica y hemograma) para valorar si existen daños provocados por la afección del virus.

No existe tratamiento, únicamente se puede realizarse tratamiento sintomático con hospitalización en unidad de cuidados intensivos.

La mejor arma que podemos utilizar para proteger a nuestro perro es la vacunación, pues de esta manera estamos ayudando a su sistema inmune a defenderse frente a la presencia del virus.

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